Tu empresa

es singular

Tu forma jurídica:

Los profesionales que formamos A+g decidimos constituirnos como Cooperativa. Del cooperativismo tomamos nuestros principios y valores socio-laborales y sobre todo, las ideas de corresponsabilidad en la generación de riqueza y distribución justa de la misma entre quienes la hemos generado.
Creemos que ser Cooperativa es más que una forma jurídica.
Os acompañamos a reflexionar, compartir y dar sentido al propósito evolutivo de vuestro colectivo - Comunidad Económico Social de Trabajo -, y nos integramos apoyando la labor del equipo de dirección social y ejecutivo.

Compartimos la realidad de la Economía Social. Si contáis con una base societaria de trabajadores, podemos acompañaros en la profesionalización de vuestra actividad para un equilibrado desarrollo empresarial y social, favoreciendo las reflexiones compartidas y apoyando con herramientas sencillas y efectivas que aporten información para la toma de decisiones.

Las pymes somos el 85% del tejido y el 90% del empleo en la CAPV, y estamos obligadas a funcionar en entornos muy profesionalizados donde la gestión también ha de ser profesional. A+g cuenta con una experiencia de más de 20 años gestionando pymes y micropymes con sistemas dimensionados a las necesidades específicas de cada empresa.

Un objeto social "sin ánimo de lucro" también implica la necesidad de generar riqueza y de gestionar equilibradamente recursos utilizados y resultados perseguidos. Para el sector social, enseñanza, servicios públicos.... HACER GESTIÓN significa responsabilizarse y avanzar hacia la eficacia y eficiencia, para poder seguir cumpliendo su objetivo prioritario: prestar servicio a sus grupos de interés.

Somos profesionales expertos en HACER GESTIÓN, por eso, cuando abordamos proyectos de formación y/o acompañamiento para diversos agentes (ayuntamientos, departamentos de promoción económica, etc…) lo hacemos desde nuestra experiencia práctica y nuestras vivencias en pymes de todo tipo de sectores, adaptando nuestro lenguaje y nuestro saber HACER al nivel de experiencia en gestión de cada colectivo.

Si tienes un nuevo proyecto y aún no tienes clara la forma jurídica a elegir, no te preocupes. Probablemente te hayan hablado de algunas de ellas (S.L., S.C., etc.) y quizás otras te resulten menos conocidas. Podemos orientarte compartiendo contigo las diferencias esenciales entre unas y otras, y si quieres conocer más detalles, podemos ayudarte a conocer a gente (organismos públicos o privados, asesores fiscales, laborales, etc.) que te amplíen detalles. De todas formas, la elección de la forma jurídica es sólo una de las múltiples decisiones que tendrás que tomar en tu proyecto, y para decidir con criterio, conviene que antes reflexiones sobre el propósito que os mueve, sobre lo que os une a las personas que impulsáis el proyecto, y sobre las claves del modelo de negocio en el que os estáis embarcando. Con todo esto claro, probablemente la forma jurídica sea una de las decisiones más fáciles de tomar.

Tu sector y tipo de actividad:

HACER GESTIÓN en entornos industriales significa trabajar con clientes altamente exigentes y profesionales y en contextos de empresas internacionalizadas. Acciones como tomar decisiones de inversión y su adecuada financiación, gestionar los procesos de producción, obtener información relevante del ERP, gestionar plazos de entrega, ajustar los procedimientos de respuesta a clientes, perseguir a los proveedores, y gestionar los stocks y la tesorería... implican un riesgo, pero es posible y necesario acotarlo en la toma de decisiones. Construir un buen sistema de información que garantice la integración de todas las áreas de decisión (estrategia, gerencia, comercial, producción, desarrollo, financiero), sabiendo que la clave no es el sistema en sí sino la adecuación de los hábitos a este y de este a las particularidades del negocio y de la empresa, ayuda a la mejora de la eficiencia.
Conocemos y estamos al día de los programas y oportunidades para la innovación: no es necesario ser una gran empresa para participar en los entornos TICs, industria 4.0, etc...

La gestión de proyectos en Ingeniería/TIC es diferente si se trata de desarrollos a medida para los clientes que cuando hablamos de soluciones propias. La forma de HACER GESTIÓN y las implicaciones de una u otra estrategia son diferentes, aunque en ambos casos hablamos de una organización basada en el conocimiento. La fidelización del equipo especialista se logra compartiendo la visión de conjunto y manteniendo vivos retos que sean profesionalmente ilusionantes. La rentabilidad económica es necesaria para la subsistencia y desarrollo y para ello, desarrollar sistemáticas de gestión de proyectos es fundamental. Introducir el hábito de planificar las horas y gastos e implementar sistemas de seguimiento del avance de los proyectos y de la medición de márgenes, sabiendo cuál es la realidad: cada proyecto es diferente y la única constante es el cambio, es otra premisa clave. Gestionar esa realidad es lo que nos permite aprender de cada proyecto y estar mejor preparados para abordar los siguientes.

Trabajar una propuesta de valor atractiva para nuestro público es fundamental. También gestionar los márgenes en entornos donde las grandes superficies toman posiciones, combinar la estrategia de venta en nuestro local físico con la utilización de redes sociales y comercio electrónico, cuidar la organización interna, lograr una gestión racional de los stocks y su adecuado dimensionamiento, optimizar la financiación del ciclo de circulante dentro de la estacionalidad anual... Todas son actuaciones clave para la sostenibilidad de una empresa como la tuya.
Contamos con experiencia en la gestión de actividades enmarcadas en el sector comercio y distribución, tanto minorista, como mayorista, y creemos que su profesionalización es más importante que nunca en los nuevos entornos.

La necesidad de hacer las cosas de manera diferente en un entorno donde las pymes y pequeñas empresas forman una gran mayoría, partiendo de la solidez de una base con raíces muy profundas en la tradición, son características comunes a cualquier sector de actividad actualmente en nuestro entorno, pero que cobran mayor relevancia aun cuando hablamos del sector primario. El caserío, entre otras cosas, ha sido desde siempre una unidad productiva y lo sigue siendo, por lo que, como tal, ese "caserío" de hoy es una organización en la que HACER GESTIÓN cobra tanta relevancia como en cualquier otra. Procesos productivos donde se incorporan tecnologías de última generación para obtener los productos "de siempre", con una importante dependencia de los elementos meteorológicos, adaptado a necesidades actuales pero por encima de las modas, en entornos globalizados, en competencia con las grandes industrias y enfrente de la gran distribución, con modelos de consumo en constante cambio y evolución son retos en los que contar con una gestión profesionalizada es fundamental.

Dar forma a una experiencia de cliente única y comunicar adecuadamente la propuesta de valor de un intangible es siempre un reto para las empresas que nos dedicamos a prestar cualquier tipo de servicio, ya sean estos personales o empresariales. Investigar y conocer en profundidad las necesidades de los clientes y centrarnos en proporcionar aquello que valoran, es la clave de nuestro desarrollo. Por nuestra propia experiencia en un amplio número de empresas de servicios de gran variedad de sectores, creemos que a la propia gestión por proyectos no siempre se le da la importancia que merece, de igual forma que a cuidar el margen de la hora y buscar nuevas formas de satisfacer a nuestros clientes en entornos donde nuestros competidores proliferan y avanzan.

Las altas exigencias en los indicadores pedagógicos y educativos propios del sector requieren centrar el foco de atención en su gestión. En estos entornos de reducción de la natalidad, donde se vive la entrada con fuerte empuje de nuevas metodologías, innovación en tecnologías y espacios, existen múltiples elementos a gestionar y cuestiones por decidir. El buen funcionamiento y sostenibilidad de la organización nos sigue recordando que los indicadores económico-financieros son igualmente importantes. Desarrollar un sistema de información adaptado a las necesidades específicas de vuestro sector y sobre todo, de vuestra organización, es clave tanto para la toma de decisiones estratégicas y operativas, como para la tan relevante comunicación interna y externa.

Gestionar con el cliente adecuadamente los proyectos desde el momento de su oferta, pasando por el análisis del diseño de soluciones, la ejecución, su seguimiento, su cierre efectivo y el control de los márgenes. Gestionar, negociar y cerrar con proveedores y subcontratistas condiciones adecuadas. Controlar el ciclo de tesorería y buscar soluciones financieras adecuadas. Cuidar la satisfacción del cliente en proyectos que ejecutamos con nuestro equipo pero donde en ocasiones necesitamos incorporar personal externo sin perder el control sobre una buena ejecución. Siempre velando por la calidad, seguridad y cumplimiento de la normativa. HACER GESTIÓN supone poner los medios que faciliten todas estas actividades que forman parte del día a día y, a la vez, sin perder de vista el desarrollo estratégico futuro.

Compartimos la idea de que generar riqueza va más allá de lo económico y por eso nos mueve el propósito de generar también riqueza social. Conectamos con los valores del tercer sector, y hemos vivido la complejidad de gestión que conllevan actividades como la intervención social, el acompañamiento a personas en riesgo de exclusión, las actividades medioambientales, las empresas de inserción o los centros especiales de empleo. Los profesionales que trabajan en estas entidades han de centrarse en las actividades de innovación social, al tiempo que gestionan recursos escasos de manera eficiente. Contar con métodos y herramientas que simplifiquen las tareas de gestión, permite fortalecer la sostenibilidad de la entidad y multiplicar su capacidad de generar impacto social.

Tu momento:

Tienes una idea, una buena idea en la que crees. Alguien te habrá dicho ya que una buena idea no es lo mismo que un negocio. Probablemente ya has contactado con alguna de las entidades que de forma gratuita pueden acompañarte a dar forma a tu idea de negocio (Ayuntamientos, Universidades, Agencias de desarrollo, Cámaras de Comercio, Aceleradoras, etc...). Si no es así, puedes llamarnos y te daremos alguna pista. A+g colabora en algunos programas con algunas de estas instituciones, y siempre lo hacemos considerando que tu idea es una empresa, un negocio donde desde el primer momento es necesario HACER GESTIÓN.

Ya has emprendido, seguramente has explicado mil veces tu idea y tienes un plan de empresa que has utilizado mientras has estado en estos entornos de emprendimiento y promoción (Incubadoras, BICs, Viveros, etc..). Es momento de salir al mercado, dar de alta la empresa, definir el catálogo (productos-servicios, precios,...), salir a vender, preparar ofertas para clientes, facturar, gestionar la tesorería, lograr financiación, incluso es posible que los primeros pasos te hayan devuelto a una realidad distinta de la soñada, siendo el momento de repensar. Nadie te había preparado para esto y además te gustaría poder centrarte en lo tuyo y que HACER GESTIÓN no te lleve tanto tiempo. Podemos acompañarte con nuestra experiencia, ayudarte a revisar el modelo de negocio tras los primeros pasos y simplificar todas estas actividades.

Por fin os ha llegado una buena oportunidad, y todo apunta a que el proyecto va a alcanzar una nueva dimensión. Es posible que sea necesario redimensionar el equipo, las instalaciones, y realizar un buen plan que asegure que los retornos previsibles son adecuados al esfuerzo inversor. También es necesario financiar no sólo las inversiones en medios de producción sino también el circulante (los stocks se multiplican, así como los trabajos en curso y la cifra de clientes). Es un buen momento para invertir en gestión, y acompañar el desarrollo con la profesionalización de la actividad, y sobre todo, gestionarlo distinguiendo el crecimiento del engorde. Nos incorporamos para contribuir a una buena coordinación interna, a la planificación y seguimiento y a garantizar que contamos con los órganos y con la información necesaria para una buena toma de decisiones.

La gestión que se ha venido haciendo del negocio ha sido acertada, esto ha permitido llegar hasta donde la empresa se encuentra. Sin embargo se percibe que las empresas competidoras se mueven y llegan nuevos aires. La clave está en entender que los mercados no son maduros, sino que lo son los comportamientos. De cara al futuro no está claro que sea posible seguir siendo competitivos sin cambios importantes. Somos conscientes de que en el mercado tenemos retos como la digitalización, la internacionalización, entre otros. Quizás sea el momento de pensar cómo podemos reinventarnos y prepararnos para seguir siendo atractivos en los tiempos que están por venir. En la madurez el crecimiento de puede convertir, HACIENDO GESTIÓN, en Desarrollo, Evolución e Innovación, siendo esencial dar este paso implicando a toda la organización, ya que las primeras resistencias suelen ser internas, aunque también los principales revulsivos, siempre que se gestione un favorecedor entorno interno.

Los ciclos son propios de todo lo que está vivo, y por tanto también de la actividad de las empresas. El problema viene cuando las circunstancias económicas y/o sectoriales nos encuentran con poca flexibilidad o capacidad de adaptación. Las crisis son momentos en los que es fundamental contar con toda esa inteligencia interna que siempre existe dentro de toda organización y así tomar decisiones que permitan resistir y sentar de nuevo las bases de futuro (nuevos mercados, nuevas actividades, desmantelamiento parcial de la actividad, etc.). HACER GESTIÓN en esta situación requiere poner la estrategia en números o hacer los números de la estrategia de una forma muy ágil, ya que el tiempo y las inercias corren en contra, y con una más estricta, si cabe, vigilancia y gestión de la tesorería y márgenes.

Priorizamos lo que para ti es importante

• Conocer y mejorar márgenes

  El estándar de rentabilidad aquí se mide en términos objetivos en euros, pero entendemos el concepto de rentabilidad en una acepción mucho más amplia, combinada con variables cualitativas de índole competitivo y también personal.
  
  No obstante, conocer los márgenes de contribución de los diferentes productos o servicios que se ofrecen al mercado es clave para poder fijar una política de precios que permita una sostenibilidad actual y futura del negocio. Este análisis no puede efectuarse de forma inconexa a una reflexión sobre la propuesta de valor realmente ofrecida y la percepción de esta por el mercado. Conocer las claves del negocio actuales es fundamental para validar los márgenes actuales, pero siempre con la mirada puesta en las claves futuras, para que cuando lleguemos a ellas, el mercado no sea de nuevo maduro.

• Organizar área comercial

  Sin ventas no hay trabajo para el área de producción, ni a la postre, para el resto. Somos conscientes de lo importante que es vender, y que, además, no es nada fácil. Si queremos mejorar la efectividad del área comercial, tenemos que dotarla de herramientas: una propuesta de valor bien definida, una comunicación bien orientada, unos cálculos de costes y precios en los que es fundamental afinar mucho, un seguimiento y coordinación del equipo comercial...
  
  Apoyar a vuestro equipo con herramientas y prácticas adaptadas a vuestra propia realidad, a vuestro mercado y a vuestro estilo de venta, para dar un empujón al proceso de venta es mejorar de forma directa la capacidad de supervivencia y desarrollo de vuestra empresa.

• Saber más de gestión

  Estamos convencidos de que sabes sobre Gestión más de lo que crees, entre otras cosas porque seguro que estás tomando decisiones. Es buena señal que quieras saber más: significa que eres consciente de tu responsabilidad, y que quieres ejercerla de la mejor manera posible. Ahora bien, de igual modo que no se puede aprender a montar en bicicleta leyendo libros, a gestionar se aprende HACIENDO GESTIÓN.
  
  Contar con un equipo que se ponga a tu lado para vivir en conjunto el proceso de co-aprendizaje, en el que partir con aquello que ya has empezado, y avanzar con hábitos, prácticas y herramientas, te ayudarán, a ti y a tu equipo, a ir adquiriendo experiencia y seguridad en la toma de decisiones.

• Internacionalizar

  Cada negocio, cada empresa se plantea alternativas a la hora de tomar decisiones. Estos escenarios complejos se simplifican al traducirse en términos de resultados y de rentabilidad (internacionalizar, diversificar unidades de negocio...). La integración de los números en la estrategia es un elemento fundamental para la toma de decisiones, aunque muchas veces es minusvalorado, e incluso olvidado. No es operativo hacer estrategia sin números ni números sin estrategia.
  
  La rentabilidad no es un mero retorno al capital, sino que además constituye la base de la sostenibilidad futura del proyecto. Y precisamente por eso, la traducción a euros de las alternativas existentes, a través de herramientas que integren las decisiones del día a día en la estrategia de la empresa, permite acotar de manera importante el riesgo de este tipo de decisiones.

• Facilitar sucesión familiar

  Un cambio generacional en una empresa no es sencillo. Quien ha estado al pie del cañón tantos años deja que los protagonistas en decidir empiecen a ser otros. La nueva generación por su parte asume el reto de construir un nuevo futuro, con su propio estilo. Durante el proceso de transición es normal que se produzcan momentos en los que la visión de unos y otros difiere. Y es que este proceso, no lo olvidemos, siempre se produce en un contexto de cambios continuos (clientes, proveedores, proyectos, tecnologías…) que ambas generaciones abordarán juntas durante un tiempo.
  
  Contar con una visión objetiva e independiente ayuda a gestionar toda esa complejidad, para que el cambio vaya cuajando en el día a día. Al mismo tiempo, incorporar experiencia profesional en el equipo supone una base más sólida para la toma de decisiones, mientras la nueva generación avanza en un mayor grado de autonomía en gestión.

• Avanzar en eficiencia

  Las organizaciones somos complejas. A todos nos gustaría funcionar de una manera más ágil y con información ordenada ante un día a día plagado de cambios, incidencias, al que respondemos con improvisación. Conversaciones con el equipo, un rediseño de procesos o mejorar el sistema de información... son cosas que probablemente hayas intentado, pero los cambios llevan tiempo, no siempre avanzan, y además requieren una mínima dedicación que las tareas del día a día no suelen permitir.
  
  Para consolidar mejores hábitos en la organización, ayuda tener una figura con visión de conjunto, con experiencia e ideas sobre mejores prácticas, y especialmente, con capacidad de visualizar y vivir con vosotros cómo ir implementando cambios y mejoras que verdaderamente calen en la organización, sin que el día a día se resienta.

• Diversificar

  Cada negocio, cada empresa se plantea alternativas a la hora de tomar decisiones. Estos escenarios complejos se simplifican al traducirse en términos de resultados y de rentabilidad (internacionalizar, diversificar unidades de negocio...). La integración de los números en la estrategia es un elemento fundamental para la toma de decisiones, aunque muchas veces es minusvalorado, e incluso olvidado. No es operativo hacer estrategia sin números ni números sin estrategia.
  
  La rentabilidad no es un mero retorno al capital, sino que además constituye la base de la sostenibilidad futura del proyecto. Y precisamente por eso, la traducción a euros de las alternativas existentes, a través de herramientas que integren las decisiones del día a día en la estrategia de la empresa, permite acotar de manera importante el riesgo de este tipo de decisiones.

• Construir felicidad organizacional

  Un colectivo entusiasmado y comprometido ayuda a que una organización avance con más éxito hacia sus objetivos (personales, profesionales y también empresariales). Aunque así lo viven muchas organizaciones, la mayoría sentimos que podríamos mejorar mucho en este terreno. Comprender la psicología grupal, gestionar los tiempos, considerar cada persona, generar un entorno de confianza, transparencia y equidad son algunas de las claves. Comprender que nuestra mayor riqueza es la complejidad que nace de nuestra heterogeneidad es un buen punto de partida. Comenzar a construir un sistema de información y comunicación interno y nuevas formas de relacionarnos y organizarnos es el campo de trabajo. La inversión en tiempo es larga, pero el retorno es máximo, ya que se mide en términos de felicidad.

• Gestionar la estrategia

  El mundo cambia y tu empresa también. A todos nos rondan muchas ideas y resulta necesario centrarnos como equipo, definir claramente qué vamos a hacer y priorizar los recursos disponibles. Compartir una visión del mañana que nos mueve y empezar a construirlo hoy, porque no hay que olvidar que HACER GESTIÓN es tomar decisiones hoy para intentar moldear un futuro deseado.
  
  Estar alerta porque, mientras pensamos, el mundo vuelve a cambiar. Los planes estratégicos a 3 o 5 años nos ayudan a parar y reflexionar, pero no siempre podemos detenernos, y se quedan obsoletos muy pronto. ¿Es posible gestionar la estrategia de forma dinámica? ¿Y definir las claves de futuro en una sola hoja fácil de actualizar? Sí es posible, así como tener esa hoja presente en la cabeza cuando tomamos decisiones es la forma de construir futuro desde el hoy, haciendo estrategia en el día a día.

• Equilibrar estructura financiera

  Tendemos a confundir gestión de la tesorería con conocer el saldo del banco actual, y con suerte el de los próximos 7 días. Sin embargo, una tesorería no gestionada puede colapsar una empresa rentable sin previo aviso, y si se ha dado una situación de reducción de los márgenes, una ausencia de anticipación y gestión de la tesorería puede derivar en resultados fatales y difíciles de revertir, aunque no siempre imposibles.
  
  Con herramientas muy sencillas y un poco de hábito podemos ser capaces de anticiparnos, de renegociar y reducir de forma importante nuestros costes financieros incluso en situaciones de crisis, facilitando las decisiones de inversión y la búsqueda de financiación, lo que directamente se traduce en mejora de la rentabilidad empresarial, y en mejora de la calidad de vida de quienes se encargan de la administración y tesorería, además de permitir acotar el riesgo de buena parte de las decisiones operativas y estratégicas de la empresa.

• Desarrollar sistemas de gestión certificables

  Nuestros entornos son cada vez más exigentes en normas y regulaciones (Normas ISO, Modelos de Gestión Avanzada, Compliance Penal, etc.), y las pymes no quedamos fuera de esta tendencia que se traduce en mayores tiempos destinados a tareas burocráticas. No siempre son las instituciones públicas las promotoras, también las propias multinacionales han ido desarrollando sistemas de gestión y control cada vez más complejos, extendiéndose este requerimiento a sus proveedores, trasladándose finalmente a la pequeña empresa. Son sistemas y normas creados en busca de la mejora de la calidad de la gestión y de la eficiencia, aunque su propia complejidad ha provocado la paradoja de que en muchas ocasiones la sensación percibida sea la contraria.
  
  Construir un sistema de gestión ágil, con herramientas sencillas, útiles en el día a día, dinámicas para la toma de decisiones, y diseñadas e integradas desde una visión de conjunto, con un poco de hábito permite, además de cumplir con la “norma”, atender a algo tan básico como clave: el equilibrio entre la gestión del riesgo y la rentabilidad presente y futura. Todo ello sin necesidad de crear sistemas paralelos ni duplicar trabajos.

• Internacionalizar / Diversificar

  Cada negocio, cada empresa se plantea alternativas a la hora de tomar decisiones. Estos escenarios complejos se simplifican al traducirse en términos de resultados y de rentabilidad (internacionalizar, diversificar unidades de negocio...). La integración de los números en la estrategia es un elemento fundamental para la toma de decisiones, aunque muchas veces es minusvalorado, e incluso olvidado. No es operativo hacer estrategia sin números ni números sin estrategia.
  
  La rentabilidad no es un mero retorno al capital, sino que además constituye la base de la sostenibilidad futura del proyecto. Y precisamente por eso, la traducción a euros de las alternativas existentes, a través de herramientas que integren las decisiones del día a día en la estrategia de la empresa, permite acotar de manera importante el riesgo de este tipo de decisiones.